Dispara a mi corazón esa flecha envenenada: El editorial de ASD

4 de febrero, 2024 -
Introducción al número Amor, Sexo y Deseo de The Markaz Review

 

Mirando hacia atrás, hace casi un año, hay una especie de inocencia en "Desde Oriente Medio, con amor", en las expresiones de afecto en árabe, persa, hebreo, turco y kurdo, del artículo. Las esperanzadoras emociones implícitas en esos idiomas sugerían que todos nosotros podríamos de alguna manera abrirnos camino a través del amor y el respeto mutuos. En los últimos cinco meses, desde el 7 de octubre, ese resplandor se ha visto oscurecido por la guerra en Gaza y mis pensamientos para el número de febrero de The Markaz Review sobre Amor, Sexo y Deseo (ASD) se dirigen al sitio web interactivo Queering the Map.

Los miembros de la comunidad LBGTQIA han dejado anónimas y sentidas expresiones de esperanza, sueños y encuentros, en unos 28 idiomas, señaladas con precisión en un mapa mundial de Google. Sincero y a menudo desgarrador, Queering the Map es un archivo digitalizado de amores, perdidos y encontrados, para tiempos difíciles.

Algunos de los mensajes propios de las labores del amor en sociedades homófobas y transfóbicas tradicionales se han hecho aún más imposibles por la guerra. Bajo el lema: "Palestina libre ya", alguien escribió:

Siempre te había imaginado a ti y a mí sentados al sol, de la mano, libres al fin. Hablábamos de todos los lugares a los que iríamos si pudiéramos. Pero ahora ya no estás. Si hubiera sabido que las bombas que llovían sobre nosotros te alejarían de mí, con alegría le habría dicho al mundo cómo te adoraba más que a nada. Lamento haber sido cobarde.

Es una pesada carga cuando la más delgada barrera divide lo político de lo privado.

Ojalá pudiera contemplar contigo la puesta de sol sobre el mar de Gaza. Por una noche desearía que esta ocupación ya no existiera y que pudiéramos ser libres de una vez por todas en nuestra propia tierra.

Queering the Map también está lleno de epifanías inesperadas:

La primera vez que visité Israel/Palestina salí con un ex oficial de las fuerzas aéreas después de coincidir en Tinder. Intentaba impresionarme diciéndome que había atacado un edificio residencial en Gaza. Nunca olvidaré aquella cita, cambió por completo mi perspectiva sobre el conflicto.

Ignorar algunas de las advertencias del sitio web entraña su propio riesgo:

A las pocas horas de aterrizar en el aeropuerto recibí mensajes en Grindr de hombres israelíes en uniforme militar, fotos con ametralladoras D9-Z y caras risueñas que decían que me matarían. Tuve que borrar la bandera palestina junto a mi nombre para dejar de recibir este tipo de mensajes. Era la primera vez que visitaba la tierra de la que echaron a mis abuelos, por el privilegio de tener pasaporte canadiense.

El amor -o más bien la falta de él- revela significados más profundos que los que conocíamos o reconocíamos, pero que por las razones que fueran no podíamos admitir inmediatamente:

De vez en cuando abro este sitio web para releer las historias palestinas, y cada vez lloro. Me gustaría poder compartir una experiencia LGBTQ que tuve en Tiberíades, pero no puedo porque soy una refugiada. Lo único que sé de este lugar es lo que vivieron mis abuelos en ... 1948. No amor sino miseria. A cualquiera que lea esto: por favor, no apoyen el colonialismo de asentamientos. Por favor, no apoyen la limpieza étnica en nuestra contra.

Las fronteras han asolado las vidas de queers y heterosexuales. En este número de Amor, Sexo y Deseo, Lina Mounzer, redactora jefe de Markaz, reseña Love Across Borders: Passports, Papers and Romance in a Divided World de Anna Lekas Miller. Mounzer me envió una nota de voz sobre sus impresiones iniciales del libro: "Las fronteras median en nuestras familias y vidas y en las cosas más personales de nosotros. También es una historia de cómo surgieron las fronteras y los pasaportes, su politización y la crisis migratoria. Un libro de mucha ternura".

Mounzer fue también la editora del poema en prosa "No me pidas que revele el nombre de mi amante", del cineasta egipcio afincado en Berlín Mohammad Shawky Hassan. En él, el cineasta cuestiona, según explica ella, "la naturaleza efímera del deseo y, al mismo tiempo, el proceso efímero de cómo las ideas y los recuerdos reales se convierten en película". Una especie de carta que fue escrita para alguien sobre quien hizo una película, alguien ya muerto. "Y no entendemos la relación de Mohammad Shawky Hassan", concluye Mounzer, "porque él a su vez está intentando entenderla".

El amor siempre nos deja pensando.


Para algunas mujeres, muchos de sus primeros "roces" con los deseos sexuales de otras personas  -no se puede llamar amor- tienen lugar cuando son demasiado jóvenes. Algunos aspectos de las memorias de Joumana Haddad en "Porno, Sade y el exhibicionista de al lado", son inquietantes. Sus encuentros formativos, admite la escritora libanesa, han tenido consecuencias duraderas en este ensayo brutalmente honesto y en ocasiones de un humor negro. De joven escogió al Marquis du Sade porque lo confundió al principio con literatura infantil o juvenil. La razón por la que cree que tiene que hablar ahora es, en parte, la falta de educación sexual en el mundo árabe. Pero tiene un objetivo más urgente. A saber: acabar con la idea, muy extendida en la región, de que el cuerpo de la mujer pertenece a su familia o a su marido. Nunca a sí misma.

Naima Morelli, en su reseña de la exposición de arte Ya no puedo producir los límites de mi propio cuerpo, en el espacio Nika Projects de Dubai, profundiza en esta idea. Morelli cita a Shireen El Feki sobre "el espectro de lo prohibido" en Oriente Medio y cómo el control del cuerpo y la sexualidad de las mujeres está vinculado a la reproducción.

Con artistas femeninas, principalmente de Oriente Medio, la exposición está, según su curadora, Nadine Khalil, "centrada en la mujer", pero no en "el cuerpo con género". Resulta interesante que el propio despertar de la curadora en relación con el arte y el cuerpo femenino se produjera en una reacción visceral que tuvo ante la exposición de Mona Hatoum de 2004 Aquí es otra parte, su selección de obras de mujeres de la colección del Museo de Arte Moderno de Nueva York. Las obras de arte que Khalil reunió en Ya no puedo producir "interrogan la noción de fronteras... ocupan el espacio...".

Se pueden ocupar cuerpos, tierras y habitaciones. La artista destacada de ASD, la palestina Rana Samara (Jerusalén, 1985), se graduó en la Academia Internacional de Arte Palestino de Ramala. Ya había escrito sobre ella en mi artículo sobre la resistencia creativa en el arte palestino. Es una de las jóvenes artistas a las que Ziad Anani, de la Galería Zawyeh, recomienda prestar atención. Para Espacio íntimo, su primera exposición individual, en 2017, en Zawyeh, Ramala, entrevistó a mujeres del campo de refugiados de al-Amari sobre la virginidad, el deseo sexual, las relaciones y las funciones por género.

En una entrevista describió su infancia en una típica familia palestina. "Pasé la mayor parte de mi infancia y adolescencia observando y analizando las relaciones sociales y de género. Llegué a comprender lo valioso, pero también asfixiante, que puede ser el papel de la mujer como cuidadora y criadora". Sus cuadros, citando un reciente comunicado de prensa de Zawyeh, "que a menudo representan las secuelas de encuentros sexuales... son notables metáforas visuales de las vidas de las mujeres palestinas que viven en entornos restringidos, encorsetadas y constreñidas por tradiciones internas y fuerzas externas".

A pesar de lo que a veces parecen presiones sociales inflexibles y draconianas sobre la existencia femenina, algunas mujeres toman sus propias decisiones cuando se trata de sus vidas y sus cuerpos. En "Nada más es sangre", de la poeta egipcia afincada en Francia Alaa Hasanin, el tono de la protagonista femenina, en esta traducción del árabe al inglés de Salma Moustafa Khalil, es contundente y desafiante:

A la mañana siguiente / Me tragué una píldora de contrabando en el metro / Y pensé: Morirá en la calle / Será un niño muerto, un hermoso niño.

Puede que su decisión no tuviera que ver con el sexo, el amor y el deseo, pero se deriva de sus ramificaciones. Los demás poemas de Hasanin rara vez celebran el comienzo del amor, sino que lloran las secuelas de su pérdida.

Otra escritora de ficción a la que The Markaz Review ha ponderado es Farah Ahamed, abogada de derechos humanos nacida en Nairobi. Su relato "Tomando el té en Lahore Chai Masters" es la historia de un desafortunado romance entre dos mujeres. El tema principal de la historia podría haber sido el amor que no se atreve a pronunciar su nombre en la mayoría de las culturas islámicas, repelidas por el amor entre personas del mismo sexo. En lugar de ello, se las arregla para ser matizado y tortuoso sobre la naturaleza tanto del romance como de la narración.


Para muchos de nosotros, el verdadero significado del amor se encuentra la primera vez en el seno de la familia. Otro mensaje revelador de Queering the Map procede esta vez de Afganistán:

Les dije a mis padres que era agénero a través de un mensaje de texto. Casi un año después, poco a poco empiezan a entenderlo. Mi padre me envía fotos de los artículos que ve sobre los pronombres inclusivos they/them en inglés.

Hasta el amor dentro de la familia puede ser complicado, pero no imposible.

Para este número, la escritora árabe iraní Maryam Haidari recuerda el amor de una hermana más allá del deber en una crisis de salud. Su obra, titulada "Tratado sobre el amor", fue traducida del persa al inglés por Salar Abdoh.

Desde la escuela secundaria en Ohio, donde crecí, la invisibilidad de la familia de Oriente Medio en la literatura mundial siempre me ha desconcertado, y recuerdo haber discutido este vacío con Raja Shehadeh. MK Harb es un escritor cuyas historias humorísticas y punzantes sobre la vida familiar libanesa me parecen afectuosamente reales. Después de leer "Manzana doble" para ASD, le envié un correo electrónico y le pregunté sobre las memorias familiares ficticias. Me contestó: "Creo que nacer el año en que terminó la guerra y ser el más joven -mis hermanos son veinte años mayores que yo- hizo que me rodeara de adultos fascinantes a una edad temprana, porque no había nadie más de mi edad. Así que intento ser fiel a estos vecinos, familiares y amigos y a su visión del mundo sin diluir".

"Manzana doble" gira en torno a la petición de un primo a otro, la respuesta de éste y una aventura posterior en un Beirut de una época muy concreta.

A partir de la ficción de Salar Abdoh me encuentro pensando en las vidas de hombres paramilitares de los que normalmente me siento ajena, debido a su papel destructivo en la malhadada guerra siria. Su relato corto para ASD, "Agua ", reúne a protagonistas improbables. Uno es un hombre que sirvió en una milicia chií. Otro es un profesor de literatura inglesa y un tercer "personaje" es el clásico de Melville del siglo XIX Moby Dick. Después de leer "Agua", le escribí a Abdoh y le pregunté por qué insiste tanto en escribir historias cortas sobre este tipo de hombres, y cómo consigue que alguien como yo se interese tanto por ellos. Su respuesta por correo electrónico fue:

"Escribo sobre este tipo de hombres porque muchos de ellos son incomprendidos o, con mayor precisión, no son comprendidos en absoluto. Hombres que pueden cometer cosas terribles, pero en los que hay un núcleo que es puro y que nunca tuvo la oportunidad de florecer, principalmente por las circunstancias. Nadie escribe sobre ellos y si lo hacen, es desde un punto de vista de condescendencia o antipatía o franca aversión. Alguien tenía que tomar su voz, por complicada e incluso fea que esa voz pueda ser a veces. Yo lo hice, bueno, porque he estado con esos hombres en sitios donde otros no han estado y sé algo sobre la hermandad".

En "Agua" hay amor a la patria, la cultura y la religión, pero después de una experiencia tan extrema, quizá no sea suficiente. La historia detalla la alienación del protagonista, su tortuoso viaje de vuelta a la sociedad en general y, finalmente, la redención. La obra de ficción de Abdoh y sus traducciones de otros escritores persas han contribuido enormemente a la riqueza de la literatura que presentamos en The Markaz Review.

Sería espurio sugerir que toda emoción es sincera. Un ejemplo de ello es el ensayo "Las lágrimas del patriarca", también incluido en este número. El fragmento pertenece al innovador estudio de la feminista Dina Wahba: Counter Revolutionary Egypt: From the Midan to the Neighborhood, publicado en la serie de Routledge sobre estudios sobre la democratización y el gobierno en el Medio Oriente. En éste, Wahba analiza el uso que hace el presidente egipcio Abdel Fattah al-Sisi del llanto en público para generar lealtad entre sus seguidores y la audiencia egipcia en general.

Sin embargo, para algunos árabes, el amor y la vida son más importantes que la política. El editor de The Markaz en árabe y novelista egipcio Mohammad Rabie ha escrito sobre el popular podcast para la región, Bath ya Hashem, conducido y producido por Sara Eldayekh y Hashem. El título del podcast es un juego de palabras, ya que la "th" de bath -un sonido difícil en el dialecto egipcio- sale como bas, que significa transmitir o detenerse. Cada programa tiene un tema. Sara Eldayekh, originaria de Líbano y residente en Berlín, dirige la conversación sobre las relaciones, los celos, el deseo o incluso por qué los "chicos buenos" no acaban en pareja. Estos temas suelen ilustrarse con canciones populares. Hashem, productor musical, ilustrador, diseñador y fotógrafo originario de El Cairo, ahora vive y transmite desde Ammán. Rabie, redactor de Markaz, incluye enlaces al podcast en su artículo, traducido del árabe al inglés por nuestra redactora jefe, Rana Asfour.


Estimados lectores, consideren esta introducción a nuestro número de febrero como una extensión de San Valentín en que me demoré. Desde hace un par de meses, Jordan Elgrably, el editor de The Markaz Review, y yo estamos coeditando Sumud: A New Palestinian Reader para Seven Stories Press, en Nueva York, cuya publicación está prevista para octubre. La lectura constante y la preocupación por Palestina en estos tiempos de guerra han hecho que reflexionar sobre el amor sea un pequeño oasis para mí.

Voy a terminar con una joven poeta palestina cuya primera colección de poemas, Dear God. Dear Bones. Dear Yellow (Haymarket Press, 2022), ha estado sobre mi escritorio esta última semana. Su autora, Noor Hindi, es de mis rumbos: el noreste de Ohio, que, sin que el resto del mundo lo sepa, es un hervidero de vida y cultura familiar árabe-americana inmigrante. Quizá el "amarillo" al que se refiere el título de la colección no se refiera sólo a los enemigos "reales", sino a las actitudes estúpidas, racistas y xenófobas que rodean la lucha por la justicia social para Palestina. Las experiencias de Hindi, su sentido de la indignación moral y su amor por la familia informan su aguda y moderna escritura, que incluye el emblemático poema: "Fuck your lecture on craft, my people are dying".

Me llamó la atención su dedicatoria al principio del libro: "Para los que están del lado de afuera de la puerta. Que este libro sea una invitación, como una oración, como el amor. Pasen".

Quizás en un sentido más amplio, el amor a la humanidad consiste en reconocer la vulnerabilidad, y eso a veces significa dejar un espacio en tu corazón para tus adversarios. Pero entonces, como en todas las relaciones amorosas destructivas que han acabado en una violencia inaceptable, la mayoría de las veces es mejor cerrar la puerta firmemente y girar la llave en la cerradura.

-Malu Halasa, editora literaria

 

Nota final:
El título de este ensayo procede de la canción "Poison Arrow" del grupo ABC, que en 1982 alcanzó el sexto lugar en la lista de canciones del Reino Unido e ingresó en la lista del Hot 100 del Billboard en el puesto 25.

 

Malu Halasa, editora literaria de The Markaz Review, es escritora y editora residente en Londres. Su último libro como editora es Woman Life Freedom: Voices and Art From the Women's Protests in Iran (Saqi 2023). Entre sus seis antologías coeditadas anteriores figuran Syria Speaks: Art and Culture from the Frontline, coeditada con Zaher Omareen y Nawara Mahfoud; The Secret Life of Syrian Lingerie: Intimacy and Design, con Rana Salam; y la serie breve Transit Beirut: New Writing and Images, con Rosanne Khalaf, y Transit Tehran: Young Iran and Its Inspirations, con Maziar Bahari. Fue redactora jefe de la Prince Claus Fund Library; redactora fundadora de Tank Magazine y redactora jefe de Portal 9. Como periodista independiente en Londres, ha cubierto temas muy variados, desde el agua como ocupación en Israel/Palestina hasta los cómics sirios durante el conflicto actual. Sus libros, exposiciones y conferencias describen un Oriente Próximo cambiante. La primera novela de Malu Halasa, La madre de todos los cerdos fue reseñada por el New York Times como "un retrato microcósmico de... un orden patriarcal en decadencia a cámara lenta". Encuéntrela en X @halasamalu e Instagram @Malu Halasa.

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