Editorial: ¿Nos está volviendo locos el mundo?

15 de julio de 2022 -
Mohamed Hafez, "Viajes de un presente ausente a un pasado perdido", técnica mixta, 2022 (cortesía del artista).
Es indiscutible que vivimos tiempos enloquecedores, pues atravesamos años de plagas, guerras, migraciones y cambio climático, años difíciles en los que aumentan las enfermedades mentales.
Cuando nuestros editores se reunieron y pensaron en un número especial sobre la LOCURA, nuestra intención era, por supuesto, hablar de la salud mental durante y como consecuencia del aislamiento bajo Covid, pero también discutir algunas de las muchas crisis de la época.
Pocos de nosotros tenemos la experiencia suficiente para saber cómo tratar a alguien de nuestra familia inmediata que sufre una enfermedad mental, ya sea esquizofrenia, depresión clínica, paranoia o psicosis en toda regla. En Estados Unidos, según la National Alliance on Mental Illness (NAMI), uno de cada cuatro adultos sufre una enfermedad mental al año. En Francia, según datos del gobierno, uno de cada cinco adultos tiene problemas de salud mental, lo que supone 13 millones de personas al año. Cifras similares se dan en Irán, según el Proyecto Borgen, aunque más del 60% de los iraníes no reciben tratamiento, mientras que sólo alrededor del 20% de los que sufren estrés psíquico tienen acceso adecuado a tratamiento de salud mental. Las cifras de salud mental en los países árabes parecen un poco más difíciles de obtener.
En cuanto al suicidio como consecuencia de una enfermedad mental, el novelista iraní-estadounidense y redactor colaborador de TMR Salar Abdoh nos recuerda que "muchos suicidios no son una cuestión de enfermedad mental, sino el resultado de un infierno personal debido a circunstancias políticas e históricas. Las mujeres afganas que se suicidaron en masa tras la toma del poder por los talibanes el año pasado preferirían no hacerlo; si deciden suicidarse es porque no les queda otra opción. Lo mismo puede decirse de los hombres y mujeres de Irán, que llegan al límite de sus fuerzas debido a las dificultades económicas, a menudo como consecuencia de las duras sanciones económicas impuestas por Estados Unidos".
A modo de explicación adicional, como señala la antropóloga y editora de Jadaliyya Maya Mikdashi, la violencia contra las mujeres y los feminicidios están aumentando, incluso en Francia, Líbano, Egipto e Irak. "La violencia contra las mujeres ha aumentado bruscamente en todo el mundo", tuiteó recientemente, "en los últimos años Covid/crisis".

En su crítica de la película franco-tunecina Arab Blues, Mischa Geracoulis constata que los tunecinos padecen diversas enfermedades mentales, mientras que un estudio reciente revela que más del 40% de los tunecinos encuestados considerarían la posibilidad de abandonar el país como inmigrantes indocumentados. Y Farah Abdessamad, en su crítica de la película experimental 1941, explora el efecto de la guerra y el trauma en la psique de los yemeníes. En su crítica de Waves '98, Youssef Manessa analiza la salud mental de los libaneses en las últimas décadas. Youssef Rakha y Tugrul Mende reseñan nuevos libros, de Maged Zager y Shahd Alshammari, que comparte con TMR un extracto de su primer libro, Literary Madness In British, Postcolonial, and Bedouin Women's Writing, cuyo objetivo es investigar las representaciones literarias de figuras femeninas enloquecidas que protestan contra sus respectivas sociedades y entornos.
Y tres escritores de relatos abordan la locura como subproducto de intentar salir adelante, respectivamente, en Irán, Italia/Líbano y El Cairo, en " Big Laleh, Little Laleh " (Shokouh Moghimi), " Where to Now, Ya Asfoura?" (Sarah AlKahly-Mills) y "The Devil Waiting List" (Ahmed Salah Al-Mahdi). (Sarah AlKahly-Mills), y "La lista de espera del diablo" (Ahmed Salah Al-Mahdi).
Por último, Ani Zonneveld analiza la locura de las recientes decisiones del Tribunal Supremo de Estados Unidos, en "Teocracia estadounidense y Estados fallidos".
Puede que el mundo nos esté volviendo locos, pero compartir nuestras historias a través de las culturas y las fronteras es una forma de mantener la cordura.

Deja un comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *.