Siete inviernos en Teherán y la ejecución de Reyhaneh Jabbari

10 Abril, 2023 -

Malu Halasa habla con el director de un nuevo documental sobre la causa célebre de Reyhaneh Jabbari, ejecutada en Irán por el asesinato de un hombre que intentó violarla.

 

Malu Halasa

 

Por muy monolítica y todopoderosa que sea la República Islámica de Irán, sus vulnerabilidades secretas quedan al descubierto en el inquietante pero esclarecedor documental Siete inviernos en Teherán, dirigido por Steffi Niederzoll.

La película narra la trágica historia de una víctima de violación que mató a su agresor en defensa propia, la fallida campaña de una madre para salvar a su hija de la ejecución y la determinación de la gente corriente para enfrentarse a un sistema corrupto. No tiene un final feliz, pero Seven Winters inspira y empodera.

En 2007, Reyhaneh Jabbari, de 19 años, estudiaba informática. En otros tiempos, como muestran las imágenes de vídeo doméstico que aparecen en el documental, era una joven alegre y jovial que tenía un brillante futuro por delante. Trabajaba a tiempo parcial como decoradora de interiores, y Morteza Sarbandi, supuestamente cirujano plástico, se acercó a ella y se hizo su amigo. Dijo que tenía planes para renovar una nueva clínica y la invitó a un apartamento vacío.

Reyhaneh estaba tomando medidas y tomando notas, cuando Sarbandi la abordó. Para defenderse, cogió un cuchillo de una mesa cercana. Él la incitó, retándola a que lo apuñalara; le dijo que podía soportarlo. Se lo clavó en el hombro. Reyhaneh huyó después de que un amigo de Sarbandi acudiera al apartamento. Esa misma noche, Sarbandi murió a causa de las heridas.

En mitad de la noche, la madre de Reyhaneh, Shole Pakravan (pronunciado Sholeh), se despertó y encontró policías en su casa. Se llevaron a su hija mayor. Durante 58 días no permitieron a su familia ver a Reyhaneh ni hablar con ella. La policía la torturó y amenazó con detener y torturar a su madre y a sus dos hermanas. Reyhaneh dio una confesión falsa, que se utilizó como prueba en su contra ante el tribunal.

 

"Deberían haberte violado"

El primer juez que vio el caso se mostró comprensivo con la difícil situación de la joven. Su sustituto, un juez religioso de línea dura, dijo a Reyhaneh que habría sido mejor que la hubieran violado para evitar la situación en la que se encontraba ahora. Reyhaneh fue condenada por el asesinato de Sarbandi. Según la ley qisāsuna anticuada ley de venganza de sangre o retribución, la familia de la víctima asesinada puede determinar el castigo de Reyhaneh.

Durante los siete años y medio que pasó en prisión -los siete inviernos del título de la película-, su madre, Shole, emprendió una campaña para descubrir la verdad de lo que le había ocurrido a su hija. Se descubrió que Morteza Sarbandi no era cirujano plástico. Entrenaba a personas en autodefensa en la Fuerza Quds, una milicia dirigida por Qasim Soleimani, asesinado en 2020, en Irak. Sarbandi tenía muchos negocios. Su trabajo para la Fuerza Quds, que formalmente forma parte del IRGC (Cuerpo de Guardias Revolucionarios Islámicos) explica en parte por qué Reyhaneh fue vilipendiada en la prensa iraní, con una campaña de desinformación, rumores y conjeturas que oscurecieron su carácter. La campaña de Shole para salvar a su hija se hizo viral en Facebook. A los funcionarios iraníes se les preguntaba por el caso de Reyhaneh cada vez que hacían visitas de Estado a Europa.

Los familiares vigilaron el exterior de la última prisión a la que habían llevado a Reyhaneh y filmaron a Shole a escondidas, mientras esperaba saber si Reyhaneh había obtenido clemencia o iba a ser ejecutada. Estas fueron las primeras imágenes que vio Steffi Niederzoll. Se la mostraron los familiares de Reyhaneh, refugiados en Turquía. Niederzoll, que entonces estaba de vacaciones, había conocido el caso de Reyhaneh por las noticias de Alemania. Artista y licenciada en cine, estaba escribiendo su primer guión para una película de ficción. En repetidos viajes a Turquía, se hizo amiga de los familiares de Reyhaneh. Querían que hiciera una película sobre el caso. Aunque no estaba segura de ser la persona adecuada, quería ayudarles.

 

Reyhaneh Jabbari antes del día que acabaría con su vida, en Siete inviernos en Teherán (cortesía de Made in Germany).

 

Mientras tanto, en Irán, tras la muerte de Reyhaneh en 2014, Shole se había convertido en una conocida defensora de los derechos humanos abiertamente crítica con la pena de muerte del país. Después de que un interrogador estatal la amenazara, ella y la hermana menor de Reyhaneh, Shahrzad Jabbari, huyeron de Irán a Estambul.

Niederzoll estaba en una tienda, copiando material de los parientes de Reyhaneh que pensaba llevar a Alemania para que se lo tradujeran. Miró por la ventana y reconoció a Shole. Su encuentro casual convenció a Niederzoll de que debía hacer la película. Con el tiempo, Shole y su hija se instalaron en Alemania. Varios años después, su segunda hija, Sharare Jabbari, pudo reunirse con ellas, aunque el padre de Reyhaneh, Fereydoon Jabbari, al que se le denegó el pasaporte, permanece en Teherán.

Siete inviernos en Teherán tardó cinco años en completarse. Niederzoll había querido ir a rodar a Irán, pero sus amigos iraníes se lo impidieron. La película no podría haberse realizado sin el extenso archivo que Shole sacó del país. Tampoco habría sido posible sin el equipo de producción iraní, y otras personas anónimas, que filmaron en secreto en Irán para el documental.

 

Reacciones a la película

Mi conversación con Steffi Niederzoll tiene lugar vía Zoom entre los estrenos europeos de la película. Después del Festival de Berlín, Siete inviernos en Teherán se proyectó en Londres en el Festival de Cine de Derechos Humanos, en el Barbican; también se estrenó en París al mismo tiempo.

TMR: ¿Cuál ha sido la reacción a Siete inviernos en Teherán?

STEFFI NEDERZOLL: La película ha conmovido a la gente. Después de cada proyección hemos tenido muchas preguntas y respuestas. Algunos iraníes se sinceraron especialmente. Uno dijo: "Nunca he hablado de ello, pero mi padre fue ejecutado". Otro dijo: "Nunca hablé de ello, pero mataron a mi hermano". O "Nunca hablé de ello, pero me violó un mulá".

Se me pone la carne de gallina porque es tan... [las palabras de la directora le fallan y su voz vacila] - No sé, siempre pensamos que el arte puede cambiar algo. Siempre he tenido la idea de que el arte puede conectar a la gente. Estoy llorando porque es realmente conmovedor. Hemos colaborado con Amnistía Internacional y otras ONG contra la pena de muerte en Irán. La gente quiere pasar a la acción.

TMR: La declaración del segundo juez del juicio, en el sentido de que habría sido mejor que Reyhaneh hubiera sido violada, fue un claro indicio de lo que afrontan las mujeres iraníes en su país.

SN: Este era el truco de la desastrosa ley de venganza de sangre. En el caso de Reyhaneh, el hijo mayor de Sarbandi, Jahlal, es el "dueño" de su sangre. Puede perdonar o no perdonar. En cuanto Shole empezó a hablar con los medios de comunicación occidentales y dijo que Reyhaneh estuvo a punto de ser violada, las posibilidades de que Jahlal perdonara a Reyhaneh se redujeron. Cuanto más luche la familia de Reyhaneh por su honor, menos la perdonará la familia de Jahlal. Ese es el aspecto más extraño de todo esto.

TMR: La historia parece un conflicto de honores. En la película, es evidente que Jahlal quiere llegar a un acuerdo. Dice que no pedirá la ejecución de Reyhaneh si ella retira la acusación de que su padre intentó violarla. Ese es el honor de su padre y de su familia. También está el honor de Reyhaneh: en el sistema de justicia islámico no se le permite la agencia para protegerlo ni a ella misma.

SN: Shole quería que Reyhaneh borrara [retirara] la acusación de violación. Shole le suplicó a su hija: "Salva tu vida".

TMR: Es comprensible.

SN: Sin embargo, Reyhaneh quería seguir con la verdad. Creo que no podía soportar que alguien tan poderoso pudiera deshacerse sin más de lo que había ocurrido. Pensó: "Esta es mi verdad, mi dignidad. Esto es lo único que tengo". Lo había perdido todo. Quería casarse y tener hijos. También sabía que si salía de la cárcel, todo sería diferente. Lo único que le queda es su dignidad. Esa es su fuerza y por eso se ha convertido en una heroína.

TMR: En una situación tan tensa, es fácil ver a la gente en términos duros, blanco o negro, correcto o incorrecto, bueno o malo. Sin embargo, Siete inviernos es una película llena de matices, y uno tiene la sensación de que para Jahlal y el resto de la familia Sarbani, pedir la ejecución de Reyhaneh no les traerá la paz.

SN: Siempre fue importante para mí no entrar en este terreno de "blanco o negro". No quiero decir que Jahlal sea una víctima, porque también es un hombre adulto, así que también podría haber tomado una decisión diferente. Pero para mí, es una víctima de esta sociedad patriarcal. Tiene que cumplir con algo. Esta decisión que el Estado le impone me parece horrible. Me da pena. Sin embargo, también se puede ver que hace mal cuando dice que perdona. Hay todo un sistema que lo aprueba. Cuando no perdona, hay otra parte de la sociedad que le reclamará.

No leí toda la conversación por SMS entre Shole y Jahlal porque parte de ella se perdió. Por supuesto, en la película sólo mostramos una pequeña parte. Al cabo de un rato, en un momento dado tuve la sensación, vaya, vale, realmente está considerando perdonarla.

Luego, en otro momento, vemos cómo cambia su discurso. Se vuelve muy estricto. Creo que también estaba bajo presión.

TMR: En la película, uno tiene la impresión de que está vacilando.

SM: Él llora, "¿Qué debo hacer?" Si un tipo así llora delante de la gente, es bastante fuerte. Escribí un libro con Shole, así que estoy muy involucrado en este caso. Ambas familias recibieron información errónea. Los Sarbandi estaban muy seguros de que Reyhaneh era una trabajadora sexual. Por supuesto, si oyes que es una mala mujer, asumes que no debe tener moral y que es totalmente capaz de matar a tu amado padre...

Había algunos momentos en este material que no tenían sentido, y estamos hablando de mucho [material].

TMR: Una gran cantidad de documentación debe haber salido de contrabando de Irán.

SN: Shole tiene un archivo enorme porque recopiló todo lo que pudo encontrar. Hablamos de informes policiales, informes de investigación. Leí más de 100 informes de investigación de la época en que Reyhaneh fue torturada. Y, por supuesto, Shole pagaba dinero por cada pequeña pieza. Siempre encontraba a alguien que tal vez conocía a alguien que tal vez podía conseguir una copia de este documento o del otro. Coleccionó todo lo que pudo conseguir a lo largo de los años. Por ejemplo, Shole todavía tiene todo lo que había en la habitación de Reyhaneh, incluso... [Niederzoll finge coger un trozo de pañuelo y se lo pasa por los labios para quitarse el carmín]. La primera vez que regaló ropa de Reyhaneh fue a los ucranianos, porque en Berlín hay muchos refugiados.

 

Más allá de los terabytes y los gigabytes

TMR: Siete inviernos no podría haberse realizado sin las imágenes grabadas con teléfonos móviles, que incluyen momentos íntimos de la familia cuando se les permitía visitar a Reyhaneh en la cárcel. También has incluido películas caseras que se grabaron cuando Reyhaneh y sus hermanas estaban creciendo. ¿De cuánto material disponía?

SM: Normalmente, son tantos terabytes o gigabytes, tantas horas. Pero realmente no puedo decirlo porque gran parte estaba en diferentes formatos. Tenía metraje muy antiguo en VHS, Beta SP; minidisco; casetes de grabaciones de los niños, muchas fotos e imágenes de móviles, pero realmente desde 2007 en adelante, cuando tuvo lugar la casi violación.

Tenía grabaciones de audio increíbles de las visitas a la cárcel. Por ejemplo, en 2007, Shole empezó a investigar lo sucedido. Ella se refirió a ello como la "Investigación de los padres". Así que se puede decir que esta única grabación de la voz de Reyhaneh en la película es de esta época. Shole le dice: "Grabo ahora, hablo ahora". Entonces se oye a Reyhaneh describir el incidente en detalle, y cómo ocurrió.

TMR: Usted construyó una maqueta de una prisión iraní, reconstruida a partir de fotografías que la familia tomó en el interior de Evin y posteriormente en Shahr-e Rey, prisiones en las que Reyhaneh estuvo encarcelada. La maqueta se filmó para el documental. Debido a este elemento de realidad ficticia, asumí erróneamente que las fotografías que mostraban el juicio de Reyhaneh eran también una especie de recreación.

SN: Eran fotos documentales de la fotógrafa oficial del tribunal, en Irán. Ella tomó esas fotos. Son de la sala del tribunal. Hubo un momento en 2014 en que esta fotógrafa envió esas fotos a Shole, y Shole empezó a utilizarlas en su campaña. Debido a esto, estas fotos estaban ampliamente disponibles.

Dos de ellas se convirtieron en icónicas, así que me puse en contacto con la fotógrafa y le pedí oficialmente que las utilizara. Nos las vendió, pero, por supuesto, escribió en una declaración oficial: "En nombre de Dios, tengo que decirles que yo estaba presenciando este juicio, y Reyhaneh estaba reclamando...". Fue un descargo de responsabilidad, o así es como yo lo interpreté. Así que el gobierno no puede volver al fotógrafo del tribunal, y decir, usted apoyó una película que estaba en contra de nosotros.

 

Corrupción en la Tierra

TMR: Como usted no fue a Irán, confió en la productora Zebra Kroop. Rodaron subrepticiamente imágenes en Teherán para el documental. Si les hubieran pillado, les habrían acusado de efsad-fil-arz (corrupción en la tierra). Es la misma acusación que se ha formulado contra personas detenidas durante las protestas de Mujer, Vida, Libertad, como el rapero y crítico declarado del régimen Toomaj Salehi. Algunos de los manifestantes acusados de este "delito" fueron ejecutados. ¿Era usted consciente de los riesgos que corría Zebra Kroop?

SN: Por supuesto, era súper peligroso lo que la gente estaba dispuesta a hacer por mí. Mucha gente corrió grandes riesgos por esta película. Zebra Kroop son especialistas en sacar material de contrabando y rodar ilegalmente en Irán. No entraron en el apartamento donde supuestamente se había producido la violación, sino que estuvieron justo fuera. Eso era peligroso porque el apartamento estaba al lado de un edificio gubernamental.

TMR: Siete inviernos se empezó a rodar años antes de las protestas de las mujeres, pero la película amplifica las quejas de las mujeres en las calles iraníes y las dificultades a las que se enfrentan, viviendo bajo un régimen islámico de línea dura.

SN: En esta película creo que se puede ver la tragedia porque Reyhaneh no es un caso especial. Antes de ella, las mujeres tenían el mismo destino que Reyhaneh. Ahora, después, mucha gente comparte su destino, y no sólo las mujeres. Aun así, hay capas [de complejidad] cuando hablamos de ser mujer en Irán. Creo que se puede ver detrás de ellas un sistema de opresión que no cambia. Con el paso de los años, a veces parece un poco diferente por la forma en que las mujeres llevan el pañuelo en la cabeza. Durante unos meses pueden hacerlo así o asá, pero nada cambia realmente.

-Malu Halasa

Steffi Niederzoll (Núremberg, 1981) estudió artes audiovisuales en la Academia de Artes Audiovisuales de Colonia (KHM) y en la Escuela de Cine y Televisión de Cuba (EICTV) entre 2001 y 2007. Sus cortometrajes se han proyectado con éxito en numerosos festivales nacionales e internacionales de renombre, como la Berlinale. Ha participado en varias clases magistrales de dirección y ha sido becaria de la Academia Cultural Tarabya de Turquía. Además de su trabajo cinematográfico, también participa en obras artísticas interdisciplinares. Fue miembro del núcleo del colectivo "1000 Gestalten", que causó sensación en todo el mundo con su actuación durante la cumbre del G20 en Hamburgo. Sus obras colectivas se han presentado en el Festival Brecht, la Kunsthalle Baden-Baden y el Museo de Arte Contemporáneo de Roskilde y Vejle (Dinamarca), entre otros. Junto con Shole Pakravan, ha escrito el libro How to Become a Butterfly sobre Reyhaneh Jabbari, que publicará Berlin Verlag en 2023.

Malu Halasa, editora literaria de The Markaz Review, es escritora y editora residente en Londres. Su último libro como editora es Woman Life Freedom: Voices and Art From the Women's Protests in Iran (Saqi 2023). Entre sus seis antologías coeditadas anteriores figuran Syria Speaks: Art and Culture from the Frontline, coeditada con Zaher Omareen y Nawara Mahfoud; The Secret Life of Syrian Lingerie: Intimacy and Design, con Rana Salam; y la serie breve Transit Beirut: New Writing and Images, con Rosanne Khalaf, y Transit Tehran: Young Iran and Its Inspirations, con Maziar Bahari. Fue redactora jefe de la Prince Claus Fund Library; redactora fundadora de Tank Magazine y redactora jefe de Portal 9. Como periodista independiente en Londres, ha cubierto temas muy variados, desde el agua como ocupación en Israel/Palestina hasta los cómics sirios durante el conflicto actual. Sus libros, exposiciones y conferencias describen un Oriente Próximo cambiante. La primera novela de Malu Halasa, La madre de todos los cerdos fue reseñada por el New York Times como "un retrato microcósmico de... un orden patriarcal en decadencia a cámara lenta". Encuéntrela en X @halasamalu e Instagram @Malu Halasa.

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