En el número inaugural de Poetry Markaz, presentamos este mordaz y desafiante poema del querido poeta español Ángel Guinda (1948-2022), fallecido a principios de este año. Con este poema honramos la memoria de Mahsa Amini, la joven de 22 años brutalmente asesinada por la "policía de la moralidad" de la República Islámica de Irán por no cubrirse totalmente el pelo. Desde entonces, su nombre se ha convertido en una brasa incandescente, viva e irradiadora de calor, que soplada por el viento del descontento ha recorrido rápidamente Irán y ha incendiado el país. Jóvenes valientes han tomado las calles. El poema de Guinda se hace eco de sus gritos de que no serán silenciados.
Recordemos también al novelista Salman Rushdie, que fue atacado por un fanático trastornado el 12 de agosto. Digo "trastornado" porque una mente retorcida por la devoción ciega a cualquier ideología que incite a la violencia no es equilibrada ni cuerda.
En 1989, el líder supremo de la República Islámica de Irán, Jomeini, emitió un edicto exigiendo la muerte de Rushdie por su novela Los versos satánicos. Lo inquietante es que la mayoría de las personas que aceptaron el edicto de Jomeini y calificaron ciegamente la novela de blasfema nunca habían leído la novela por sí mismos, ni se habían preguntado por qué un personaje ficticio de una novela provocaría una fatwa contra su autor.
Sin embargo, Rushdie, a pesar de todos los esfuerzos por silenciar su pluma, ha seguido escribiendo sin miedo, al tiempo que abogaba vocalmente por la libertad de expresión para todos.
Quitar cualquier vida en nombre de Dios es asumir que uno es íntimo de esa Divinidad Incognoscible. ¿No es eso un "pecado" mayor que inventarse personajes para historias y llamarlas obras de ficción, o pedir la libertad que Dios nos ha dado para existir como seres humanos dignos, con libertad para elegir cómo rendir culto, vestirse y existir dentro de los límites de una democracia pacífica?
Queridos lectores, mirad atentamente. Dios llora detrás de la máscara tatuada en su rostro.
-Sholeh Wolpé, editora de Poetry Markaz
Poema de Ángel Guinda
Escribir
Si me quitan la palabra escribiré con el silencio.
Si me quitan la luz escribiré en tinieblas.
Si pierdo la memoria me inventaré otro olvido.
Si detienen el sol, las nubes, los planetas,
me pondré a girar.
Si acallan la música cantaré sin voz.
Si queman el papel, si se secan las tintas,
si estallan las pantallas de los ordenadores,
si derriban las tapias, escribiré en mi aliento.
Si apagan el fuego que me ilumina
escribiré en el humo.
Y cuando el humo no exista
escribiré en las miradas que nazcan sin mis ojos.
Si me quitan la vida escribiré con la muerte.
Publicado en Poemas para los demás, Ángel Guinda(Olifante 2009)
Escribiré
Si me quitan la palabra,
escribiré con el silencio.
Si me quitan la luz,
escribiré con la densidad de la oscuridad.
Si pierdo la memoria,
inventaré otra forma de olvido.
Si se apoderan del sol, las nubes,
arrebaten los planetas,
yo giraré en mi órbita.
Si callan la música
cantaré sin voz.
Si queman el papel,
evaporan la tinta,
detonan las pantallas de los ordenadores,
y destrozan todas las paredes,
escribiré con mi aliento.
Si apagan el fuego
que me ilumina,
escribiré sobre el humo.
Y cuando el humo se haya ido
escribiré sobre visiones nacidas
sin mis ojos.
Si me quitan la vida,
escribiré con mi muerte.
(traducido del español por Sholeh Wolpé)