Historias olvidadas y silenciadas en otros archivos marroquíes

El Guabli sostiene que la lengua, el género, la clase, la raza y la distribución geográfica son factores interdependientes que configuran la ciudadanía en el Marruecos actual.

 

Otros-Archivos marroquíes: Historia y ciudadanía tras la violencia de Estado, por Brahim El Guabli
Fordham University Press 2023
ISBN 9781531501464

 

Natalie Bernstien y Mustapha Outbakat

 

La película de Hassan Benjelloun de 2007, Fein Mashi ya Moshe? (¿Adónde vas Moshé?), cuenta la historia de Shlomo, un judío marroquí de la ciudad de Boujad, en el centro de Marruecos, que se enfrenta a la difícil cuestión de permanecer en Marruecos mientras sus correligionarios imaginan su futuro en otro lugar. Sin embargo, la emotiva decisión de Shlomo(1 ) tiene implicaciones que van más allá de él mismo y de su familia inmediata, ya que sin un residente judío (o no musulmán) en Boujad, el bar de la ciudad perderá su licencia para vender licores, siguiendo las normas de las autoridades religiosas. La película de Benjelloun, estrenada hace casi dos décadas, abordaba temas aún no habituales en las historias tradicionales del mundo académico marroquí, describiendo la historia de la salida de los judíos de Marruecos en la década de 1960, cuando la mayoría de la comunidad se marchó a Israel/Palestina, Francia, Canadá y Estados Unidos.

El reciente libro de Brahim El Guabli, Moroccan Other-Archives: History and Citizenship After State Violence aborda los silencios archivísticos, como éste, explorando las historias olvidadas de las comunidades amazigh de Marruecos, las comunidades judías marroquíes y los presos políticos del Estado marroquí, todo ello entre 1956 y 1999, desde la independencia de Marruecos hasta el fallecimiento del rey Hassan II.

Otros-Archivos marroquíes de Brahim El Guabli
Moroccan Other-Archives está publicado por Fordham University Press.

Al desarrollar una teoría denominada "otros-archivos", El Guabli, editor colaborador de The Markaz Review, trata de centrarse en las comunidades que han sido olvidadas o desatendidas por el Estado marroquí y que, por tanto, están ausentes en el ámbito tradicional de la historiografía marroquí, como son los archivos estatales marroquíes. Para ello, El Guabli recurre a diversas fuentes, como novelas, poesía, señalización callejera y el alfabeto tamazight (neotifinagh), entre otras. Su trabajo se une a una serie de obras recientes en los estudios sobre los judíos marroquíes que amplían los límites de los métodos y las fuentes históricas tradicionales, al tiempo que ponen de relieve historias marginadas(2). Entre estos trabajos se encuentra la historia musical del pasado judío norteafricano de Christopher Silver, Recording History: Jews, Muslims, and Music across Twentieth-Century North Africa, de Christopher Silver.así como el libro de Alma Heckman The Sultan's Communists: The Sultan's Communists: Moroccan Jews and the Politics of Belongingque narra la participación de los judíos marroquíes en el Partido Comunista Marroquí y en el movimiento de liberación nacional del siglo XX. Lejos de ser una monografía histórica tradicional, El Guabli utiliza hábilmente enfoques del campo de los Estudios de la Memoria, haciendo referencia a destacados estudiosos de este campo como Aleida Assmann, Astrid Erll y Ann Rigney(3), al tiempo que se basa en el influyente estudio intergeneracional de Aomar Boum sobre los recuerdos de los judíos, Recuerdos de ausencia: Cómo recuerdan los musulmanes a los judíos en Marruecos. Mientras que muchos estudiosos se centran en un subconjunto concreto de la sociedad marroquí, la narrativa de El Guabli es única en el sentido de que entrelaza las historias de las comunidades amazigh de Marruecos, las comunidades judías marroquíes y los presos políticos del Estado marroquí a través de su teorización de los otros archivos, que desafía lo que tradicionalmente se ha considerado una fuente de archivo legítima. Además, su corpus bibliográfico de obras contracanónicas referenciadas a lo largo de Otros archivos marroquíes es una contribución crucial al campo de los estudios marroquíes.

En el primer capítulo del libro, El Guabli comienza con un repaso histórico de la respuesta de la comunidad amazigh a la represión estatal de su historia y cultura tras la independencia de Marruecos en 1956, en lo que él denomina la "reamazighización de la historia de Marruecos". Destaca las diversas formas en que los activistas y académicos amazigh dieron cabida a la cultura amazigh en la esfera pública. Estos esfuerzos no se limitaron al espacio público, sino que se extendieron a la escritura histórica sobre Marruecos, como se observa en la escritura histórica de Ali Sidqi Azaykou, ejemplificada en su artículo "Tārīkh al-maghrib bayna mā huwwa ʻalayhi wa mā yajibu an yakūna ʻalayhi" (Historia de Marruecos entre lo que fue y lo que debería ser). Los capítulos dos y tres se centran en el Marruecos "musulmán-judío" para mostrar cómo los musulmanes marroquíes de hoy han representado un pasado que ya no permanece en el presente marroquí; aunque hoy existe una considerable comunidad judía marroquí, principalmente en Casablanca, la marcha de la mayoría de los judíos marroquíes durante las dos primeras décadas de la independencia de Marruecos cambió indudablemente el tejido de la sociedad marroquí. El Guabli muestra cómo los autores marroquíes no judíos se han enfrentado a esta pérdida, ficcionalizando tanto las interacciones precoloniales entre musulmanes y judíos (en lo que él denomina literatura mnemónica) como los relatos ficticios de la marcha de los judíos de Marruecos.

En el cuarto capítulo, El Guabli se dirige a la última comunidad en su esfuerzo por contrarrestar la historiografía canónica: las víctimas de la prisión de Tazmamart, una instalación secreta en el sureste de Marruecos destinada a los presos políticos durante los Años de Plomo (1956-1999). Además de analizar la literatura carcelaria que pretende retratar las experiencias de los presos políticos, El Guabli también esboza cómo el movimiento transnacional surgió como un otro-archivo, con París como centro. En el último capítulo del libro, El Guabli analiza la evolución de la historiografía marroquí, mostrando cómo los historiadores marroquíes han respondido a los otros archivos y han utilizado fuentes históricas no tradicionales, como memorias o testimonios.

En su análisis, El Guabli distingue el lugar del espacio, haciendo referencia a la noción de lugar de la filósofa Janet Donohoe, en la que señala que "el espacio es más abstracto, se presta a la matematización y a la geometría, mientras que el lugar resiste a tales intentos por la forma en que está imbuido de valor y significado". En cada capítulo de Otros archivos marroquíesEl Guabli utiliza el análisis del lugar como medio para que los miembros de estas historias olvidadas se reinserten en la sociedad marroquí, tanto en sentido literal como figurado. Al mostrar cómo estas comunidades han empezado a labrarse un lugar en la sociedad marroquí, El Guabli identifica estrategias tangibles para contrarrestar los lugares del olvido impuestos por el Estado hegemónico(4).

En la década de 1960, el Movimiento Cultural Amazigh Marroquí (MACM) empezó en serio a construir un lugar alternativo para el pueblo amazigh, tanto lingüística como culturalmente(5). El Guabli describe tres vías de creación de lugares, que comienzan en la década de 1960 y continúan en la actualidad: la formación del MACM, la reescritura de la historiografía marroquí y la aparición del (neo)tifinagh (escritura tamazight) en el espacio público. Al teorizar los otros archivos como lugar de memoria, El Guabli se compromete con la lucha histórica del MACM por forjar un lugar de memoria al margen de los enfoques dominantes de la memoria tras la independencia de Marruecos en 1956. Para crear una memoria alternativa a la narrativa establecida, el MACM trató de introducir a los marroquíes en una narrativa diferente para entenderse a sí mismos como ciudadanos del país. Este proyecto acabaría abriéndose camino en el preámbulo de la Constitución revisada en 2011, que adoptó el enfoque de la identidad marroquí como plural y multiconfluenciada, al que el MACM se había resistido durante tanto tiempo. El Guabli escribe que "Al-waḥada fī al-tanawwuʻ ("unidad en la diversidad") ha sido el lema fundacional del MACM desde la primera universidad de verano organizada en Agadir en 1980." Dicho de otro modo por Mohamed Boudhan, "unidad en la diversidad" era un camino para que el país volviera a sus raíces. Los esfuerzos del MACM por crear un lugar alternativo de memoria funcionaron en tándem con el trabajo de poesía, historia y toponimia del académico Ali Sidqi Azaykou. La "unidad en la diversidad" como lugar de memoria resuena con el planteamiento de Azaykou, que abogaba por la "intersección y colaboración del estudioso de la religión, el literato, el historiador, el geógrafo y el especialista en cultura popular, entre otros". Mustapha recuerda la sensación de ver el Tifinagh en el espacio público; para él, fue un momento en el que se reconocieron los sacrificios que hicieron los presos políticos amazigh para exponer el Tifinagh en los mismos edificios donde antes había estado prohibido. El grabado del (neo)tifinagh en edificios institucionales y en señales de tráfico de todo Marruecos ha servido como lugar de memoria para recordar a los marroquíes quiénes son y reclamar el espacio público como amazigh. Para El Guabli, el tifinagh "reescribe la historia a medida que la historia se desarrolla en la esfera pública marroquí".

En sus capítulos sobre los encuentros entre musulmanes y judíos en la literatura marroquí, El Guabli ilustra un sentido más literal del lugar al esbozar cómo los autores musulmanes han percibido la pérdida de la comunidad judía marroquí. Señala que la literatura mnemónica crea "un otro-archivo -a medio camino entre la historia y el archivo- de una vida judeo-musulmana que ha residido durante mucho tiempo fuera de las historias oficiales marroquíes y académicas". El Guabli cita numerosos lugares de interacción judeo-musulmana en esta literatura mnemónica, como el hogar, el barrio de Mellah y la ciudad (entre otros). Mientras que la literatura mnemotécnica es una vía de expresión del pasado judío marroquí, muchos marroquíes reflexionan regularmente sobre esta historia y ayudan a preservarla; al vivir entre los miembros más ancianos de la comunidad judía de Tánger el verano pasado, Natalie recuerda cómo el personal musulmán de la residencia de ancianos no sólo cuidaba de los residentes judíos, sino que también mantenía las tradiciones judías marroquíes, que incluían hacer skhina (un guiso judío marroquí) todas las semanas para el shabat.

Mahi Chafik Idrissi sin título 125x125cm 2006
Mahi Chafik Idrissi, sin título, acrílico sobre lienzo, 125x125cm, 2006 (cortesía del artista).

El Guabli habla de la novela de El Hassane Aït Moh, Le Captif de Mabrouka (El cautivo de Mabrouka)que se centra en dos individuos nacidos en Marruecos -llamados Richard D. y Walter Baroukh Kinston- y su experiencia al regresar a su ciudad natal de Ouarzazate para reclamar la misma casa de la infancia. La familia judía marroquí vendió la casa a una familia francesa cuando abandonaron Marruecos, y la propia casa simboliza nociones compartidas de memoria y nostalgia. El Guabli sugiere que la casa contiene recuerdos del pasado de las familias, simbolizando los procesos históricos de partida y regreso, así como el colonialismo francés y la descolonización. El Guabli escribe que "el microcosmos de la casa también sirve para recrear una nación-familia a cuya historia pueden pertenecer tanto Richard D. como Walter Baroukh Kinston".

En Anā al-mansī ("Yo soy el olvidado"), Mohamed Ezzedine Tazi narra una historia multigeneracional del barrio de Mellah, en Fez, que culmina en la guerra de 1967. La novela narra las historias de personajes judíos que viven en el Mellah y sus experiencias a raíz de la creación del Estado de Israel en 1948, la independencia de Marruecos en 1956 y la Guerra de los Seis Días en 1967. El Guabli destaca cómo el autor describe el Mellah como un lugar poroso de intercambio e interacción. Aunque el barrio de Mellah ya no representa un espacio mayoritariamente judío en Marruecos, el propio barrio es un recordatorio del pasado judío, que se reimagina a través de la literatura marroquí como literatura mnemotécnica(6). Por último, a nivel de toda la ciudad, El Guabli analiza la novela de Driss Miliani, Casanfade Driss Miliani, en la que un personaje judío marroquí llamado Ishaq Abitbol entrega una caja que contiene un manuscrito titulado Casanfabar. Su vecino musulmán, Yusuf al-Fatimi, acaba abriendo la caja, y la novela gira en torno a las historias del personaje judío que tienen lugar en varios bares de la ciudad de Casablanca. El Guabli muestra cómo "Casanfabar ancla un pasado marroquí-judío en su lugar", al tiempo que utiliza el calendario judío para medir el tiempo, de modo que el lector debe "leer una parte de la historia marroquí a través de una temporalidad hebraica". La literatura mnemónica es un lugar donde el pasado judío de Marruecos puede discutirse de forma más abierta e imaginativa de lo que habían permitido las prácticas históricas tradicionales.

La creación de un nuevo lugar de memoria a través de otros archivos resultó difícil para los marroquíes, ya que los detenidos de Tazmamart pagaron un alto precio para conseguir y hacer posible este lugar alternativo de memoria. El Guabli teoriza los lugares de memoria de Tazmamart en tres momentos literarios: "otros-archivos escandalosos, encarnados y ficcionalizados". El otro-archivo escandaloso comienza con una lucha por hacer creíble a Tazmamart tras la negación sancionada por el Estado marroquí. Crea un lugar de memoria al basarse en la desaparición de presos políticos tras los golpes de Estado de 1971 y 1972. Las cartas de contrabando enviadas a activistas como Christine Daure-Serfaty, François Della Sudda, Gilles Perrault y miembros de La Ligue des droits de l'homme (Liga de Derechos Humanos) y Les Comités de lutte contre la repression au Maroc (Comités de Lucha contra la Represión en Marruecos [CBRM]) proporcionaron una fuerte motivación para luchar por el reconocimiento de Tazmamart como lugar de memoria encarnado. Con la literatura encarnada del otro-archivo -el segundo lugar de memoria de este capítulo- los propios presos (como Ahmed Marzouki y Aziz BineBine) cuentan sus historias a través de la literatura, y la memoria y el lugar de Tazmamart se hacen palpables a través de sus experiencias de sufrimiento y agonía. La experiencia encarnada de la prisión no sólo está grabada en sus recuerdos, sino también en sus cuerpos, como resultado de las torturas que sufrieron durante su estancia en prisión. Mustapha recuerda haber visto a Ahmed Marzouki en Rabat en 2016, en una conferencia en apoyo de la existencia de un poder judicial independiente en Marruecos, la misma institución que lo condenó a prisión en 1973. 

Por último, en la conceptualización de El Guabli del otro-archivo ficcionalizado, la memoria trasciende los otros-archivos escandalosos y encarnados para situarse en un lugar más ficticio, con obras como la novela de Tahar Ben Jelloun Cette aveuglante absence de lumière (Esta cegadora ausencia de luz), y Rapt de voix (Robo de voz) de Belkassem Belouch. En este momento, la obra literaria se aleja de las experiencias encarnadas de los presos, especialmente con, como señala El Guabli, la novela de Fadel Ṭāʼir azraq nādir yuḥalliqu maʻī (Un raro pájaro azul vuela conmigo), que "no reconoce ninguna conexión entre la novela y la experiencia vivida por ningún superviviente de Tazmamart en particular". Esta sección culmina con el análisis de la novela de Radwa Ashour Farage donde el lugar de la memoria se vuelve más transnacional: el Estado-nación ya no es el punto de referencia de la opresión, sino que invoca una forma transnacional de opresión y memoria. Para El Guabli Farage reúne "las luchas de tres generaciones de ciudadanos egipcios en historias transnacionales de opresión en África y el mundo de habla árabe", donde el lugar de la memoria trasciende los lugares escandalosos y encarnados de la memoria y se convierte en un lugar con múltiples capas, ficticio y transnacional.

La importancia del lugar como sitio de memoria, pérdida y nostalgia se refuerza en la película de Benjelloun Fein Mashi ya Moshe? (¿Adónde vas Moshé?). Además del apego de Shlomo a Marruecos como lugar, la película se centra en la ciudad rural de Boujad y, lo que es más importante para la trama de la película y los habitantes de Boujad, en el bar de la ciudad. Al igual que los bares de los que habla El Guabli en Otros archivos marroquíesel bar representa un espacio de mezcla, hibridez y unión para marroquíes judíos y musulmanes. En la escena final de la película, los habitantes de Boujad bailan alegremente en el bar Chez Mustapha, antes conocido como Chez Shlomo. Shlomo tomó la difícil decisión de abandonar Marruecos, pero los espectadores llegan a comprender que el bar sigue abierto gracias al judío discapacitado que antes rechazaban los emisarios sionistas. La elección de terminar la película en el lugar del bar es importante en sí misma, ya que, según El Guabli, "los bares... sirven de medio para reimaginar un pasado pasado en el que tanto judíos como musulmanes evolucionaban y compartían el mismo espacio de la nación".

En conversación con los temas de la película, El Guabli Otros archivos marroquíes es un crucial otro-archivo que busca documentar y construir un archivo para estas historias olvidadas. Desafía incluso los intentos más recientes de reconstruir la historiografía marroquí, señalando las deficiencias del Instituto Real de Investigación sobre la Historia de Marruecos (RIRHM) en 2006. Por este motivo Otros archivos marroquíes es un recurso inestimable para los estudiosos de la historia marroquí, los estudios amazigh y la literatura norteafricana, y allana el camino para un enfoque interdisciplinar y críticamente integrador de la reescritura de la historia marroquí.

 

Notas

(1) Para un análisis de la historia judía marroquí a través del cine, véase, Oren Kosanksy y Aomar Boum, "The "Jewish question" in postcolonial Moroccan cinema". Revista Internacional de Estudios sobre Oriente Mediovol. 44, n.º 3 (agosto de 2012); Jamal Bahmad, "Jerusalem Blues: On the Uses of Affect and Silence in Kamal Hachkar's Tinghir-Jérusalem: Les échos du Mellah." En Interacciones judeo-musulmanas: Performing Cultures Between North Africa and France. Editado por Samuel Sami Everett y Rebekah Vince. Liverpool: Liverpool University Press, 2020; Alexandra Shraytekh, "Haunting the future: narratives of Jewish return in Israeli and Moroccan cinema". Revista de estudios norteafricanos, Volumen 23 (2018).

(2) Alma Rachel Heckman , Los comunistas del sultán: Moroccan Jews and the Politics of Belonging (Stanford: Stanford University Press, 2020); Chris Silver Recording History Jews, Muslims, and Music across Twentieth-Century North Africa (Judíos, musulmanes y música en el norte de África del siglo XX) (Stanford: Stanford University Press, 2022).

(3) Para obras centrales en el campo de los estudios sobre la memoria, véase Jeffrey Olick, Los pecados de los padres: Alemania, memoria, método (Chicago: University of Chicago Press, 2016); Astrid Erll, "Memoria viajera", Parallax, vol. 17, no. 4 (2011): 4-18; Michael Rothberg, Memoria multidireccional: Remembering the Holocaust in the Age of Decolonization (Stanford: Stanford University Press, 2009). En el contexto marroquí, véase Aomar Boum, Memories of Absence: How Muslims Remember Jews in Morocco (Stanford: Stanford University Press, 2013).

(4) En contraste con la noción de Lieu de mémoire de Pierre Nora, Pierre Nora, "Between Memory and History: Les Lieux de Mémoire," Representacionesnº 26, número especial: Memoria y contramemoria (primavera de 1989).

(5) Para más información sobre la historia del movimiento amazigh, véase Ahmed Boukous, Revitalizar la lengua amazigh: Stakes, Challenges and Strategies (Rabat: Top Press, 2011); Paul Silverstein, "The Amazigh Movement in a Changing North Africa", en Social Currents in North Africa: Culture and Governance after the Arab Spring. Editado por Osama Abi-Mershed. Londres: Hurst Publishers, 2018; Bereberes y otros más allá de la tribu y la nación en el Magreb, editado por Katherine E. Hoffman y Susan Gilson Miller (Bloomington: Indiana University Press, 2010).

(6) Sobre la historia de los barrios mellah de Marruecos, véase Emily Benichou Gottreich, El Mellah de Marrakech: Jewish and Muslim Space in Morocco's Red City (Bloomington: Indiana University Press, 2006); Susan Gilson Miller, "The Mellah of Fez Reflections on the Spatial Turn in Moroccan Jewish History", en Topografías judías: Visions of Space, Traditions of Place. Editado por Julia Brauch y Anna Lipphardt. Londres: Routledge Press, 2016; Shlomo Deshen, The Mellah Society Jewish Community Life in Sherifian Morocco (Chicago: The University of Chicago Press, 1989).

 

Natalie Bernstien es estudiante de doctorado en Historia en la UCLA, donde trabaja sobre la historia judía marroquí, centrándose principalmente en la ciudad de Tánger durante la Segunda Guerra Mundial. Anteriormente vivió en Meknes (Marruecos) como parte del año de prácticas del Arabic Flagship Program y en Casablanca como estudiante investigadora Fulbright. Su trabajo ha sido financiado por el Alan D. Leve Center for Jewish Studies, el American Institute for Maghrib Studies (AIMS), el programa Fulbright de Estados Unidos y el Skirball Cultural Center.

Mustapha Outbakat es un estudiante amazigh indígena de primera generación del sur de Marruecos. Es estudiante de segundo año de doctorado en el Departamento de Antropología de la UCLA, donde se centra principalmente en Desarrollo Urbano Crítico, Política Urbana, Economía Política, Raza e Indigenismo en el Magreb e Ideologías Lingüísticas.

cultura amazigholvidomemoriajudíos marroquíespresos políticosTamazighAños de plomo

Deja un comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *.