Alaa Abd El-Fattah: Preso político e intelectual público

1 de octubre de 2023 -
Alaa Abd El-Fattah fue detenido por primera vez por su papel en la Revolución del 25 de enero de 2011, que llevó al derrocamiento del entonces presidente, Hosni Mubarak, tras casi 30 años en el poder. Es uno de los miles de personas que han sido detenidas arbitrariamente en Egipto, acusados de terrorismo y de infringir una ley que prohíbe las protestas en Egipto.

 

Yasmine El Rashidi

 

El sistema de prisiones políticas en Egipto está destinado a quebrar a una persona. Someter un cuerpo a tal tormento emocional y físico que no quede más remedio que resignarse, por voluntad propia, al deseo de la muerte. En septiembre, un joven poeta egipcio, en prisión desde 2018 por las letras de sus canciones, intentó acabar con su vida ahorcándose. Este tipo de historias -de intentos de acortar vidas, o incluso de ponerles fin con éxito mediante la tortura- se suceden cada semana. 

En este contexto, el escritor, pensador, programador informático y defensor de los derechos humanos Alaa Abdel Fattah, de 41 años, permanece en la prisión de alta seguridad de Wadi Natroun, a las afueras de El Cairo. Es su octavo encarcelamiento bajo tres regímenes, que suman casi 11 años entre rejas. Cuando Alaa fue detenido esta última vez en septiembre de 2019, bajo los habituales cargos inventados por un régimen temeroso de la lúcida elocuencia de sus palabras escritas, el alcaide de la prisión amenazó con que Alaa nunca saldría vivo de aquellos muros. Posteriormente fue golpeado, torturado y sometido a las condiciones más duras: confinamiento solitario y privación de luz natural, ejercicio y las comodidades que ofrecen el mínimo sustento que hace posible, en tales circunstancias, sobrevivir (radio, periódico, libros, visitas físicas de familiares). 

Y sin embargo, a pesar de estas privaciones calculadas, y siguiendo los pasos de leyendas que de alguna manera han salido triunfantes a pesar de décadas de tiempo pasado en confinamiento injusto, Alaa ha seguido pensando, escribiendo y compartiendo sus reflexiones y consideraciones filosóficas con el mundo, incluyendo más recientemente en Aún no has sido derrotado: Selected Works(Seven Stories Press 2022). De algún modo, ha conseguido sacar a escondidas ensayos, cartas y manifiestos de detrás de los muros de la prisión. En argumentos concisos, líricos y profundamente reflexionados, ha considerado todo, desde el monopolio de Uber, el capitalismo de las redes sociales y el uso excesivo de emojis, hasta el cambio climático, la paternidad y, por supuesto, el vacilante levantamiento de Egipto en 2011 y el proceso democrático (siempre ha ido diez pasos por delante del resto de nosotros en sus análisis).


Alaa Abd El-Fattah, ¿el revolucionario que más teme el-Sissi?


A lo largo de sus años de encarcelamiento, Alaa no sólo perdió a su padre, sino también la mayor parte de los primeros 12 años de vida de su hijo, junto con sus propios años perdidos. Se podría imaginar que esto le amargaría y le destrozaría, que sería cualquier cosa menos normal para él seguir resolviendo problemas para el futuro de nuestro país. Y, sin embargo, lo ha hecho, incluso cuando muchos de nosotros nos damos por vencidos. Incluso reconociendo su derrota, reconociendo un clima político que representa la vuelta a un statu quo autoritario, Alaa sigue intentando ofrecer hojas de ruta, escenarios de posibilidades con todas las delicadas consideraciones de qué camino puede llevar adónde. 

En 2022, tras mantener una huelga de hambre de 227 días que culminó con un ayuno seco orquestado para que coincidiera con la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima en Egipto, Alaa consiguió catapultarse a la agenda de casi todos los líderes de los Estados-nación presentes en la COP27. Se convirtió en el tema más comentado durante el mes que duró la conferencia, dominando la prensa internacional. El hecho de que casi muriera en el proceso es una nota a pie de página, en cierto sentido, de su capacidad y determinación para haber pensado tan cuidadosamente su mensaje al mundo: No se trataba de atraer la atención sobre sí mismo, sino de exponer al mundo la difícil situación de los 60.000 presos políticos que languidecen junto a él en las cárceles egipcias. Como escritor y pensador, ésta ha sido siempre la gran causa de Alaa: utilizar sus palabras para defender los derechos de quienes carecen de plataformas para hacer campaña por sí mismos.

 

*A pesar de haber puesto fin a su huelga de hambre en noviembre del año pasado, no se ha recibido ninguna indicación del gobierno egipcio sobre la liberación de Alaa, a pesar de las llamadas de apoyo de Rishi Sunak, primer ministro del Reino Unido, parlamentarios británicos y homólogos que han expresado su preocupación por la falta de avances para liberar a un activista egipcio británico encarcelado.

 

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