En el vientre de la noche y otros poemas se basa en los primeros poemarios de Irma Pineda. Escritos en zapoteco del Istmo y traducidos después al español y al inglés, estos poemas evocan la tragedia y celebran las formas en que lo humano se construye a partir del sueño, la tradición y la naturaleza. La poesía de Pineda nos muestra cómo la traducción sirve como medio de preservación cultural y resistencia política frente a las fuerzas que pretenden criminalizar las lenguas o extinguirlas peligrosamente.
Irma Pineda

A veces ocurre
"Señor Roble:
¿Con qué tierra puedo alimentar tus raíces?"
Para Rigoberto Ávila
A veces ocurre,
que te enamoras de los árboles,
por la sombra que crean,
la fuerza de sus ramas
o la dulzura de sus frutos.
También ocurre, a veces,
que el árbol que amas
se convierte en hombre,
y te encantan sus ideas,
sus labios,
su corazón,
sus brazos
o su sexo
(porque los árboles tienen sexo).
Y más tarde, a veces sucede,
que el árbol que amas
está lo suficientemente cerca como para asombrar,
asustar.
Dejar de ser un árbol
y apareciendo como un sol
que deslumbra tus ojos embelesados.
Y entonces ocurre, a veces,
que no conoces
si cerrar los ojos y esconderse,
o mira al hombre-sol-árbol
hasta quedarse ciego.
Sucede a veces
"Señor Roble:
¿Con qué tierra puedo alimentar sus raíces?"
A Rigoberto Ávila
Sucede a veces,
que uno se enamora de los árboles,
por la sombra que producen,
la fuerza de sus ramas
o la dulzura de sus frutos.
Sucede también, a veces,
que el árbol que uno ama
se convierte en hombre,
y uno ama
sus ideas,
sus labios,
su corazón,
sus brazos
o el sexo
(porque los árboles tienen sexo).
Y sucede después, a veces,
que el árbol que uno ama
está tan cerca que asombra,
asusta.
Deja de ser un árbol
y parece un sol
que deslumbra los ojos enamorados.
Y sucede entonces, a veces,
que uno no sabe
si cerrar los ojos y esconderse,
o contemplar al árbol-hombre-sol
hasta quedarse ciego.
Nuu dxi rizaaca
"Yaga Ro":
¿Xhi yu guyaananiá' xcú lu'?"
A Rigoberto Ávila
Nuu dxi rizaaca
ranaxhii tobi ca yaga ca:
bandá' ni rudiicani,
stipa ná' cani
dxiña xcuananaxhicani.
Nuu dxi laca rizaaca,
yaga ni nadxii tobi
rácani ti nguiiu
ne tobi ranaxhii xquendabiaanibe,
guidiruaabe,
ladxido'be,
nábe
xquiébe
(ti ca yaga ca nápaca' xquiéca').
Ne ridi'di dxi, rizaaca,
yaga ni nadxii tobi
suhuaa dunabepe gaxha,
ruchibi.
Zuuyu ma cadi yaga laa
ne ma ruluí' ti gubidxa,
ruzaani lu ni ranaxhii.
Ne zacá rizaaca,
tobi ma qui ganna
pa gutaagulú ne igaachi'
pa gu'yadxisi Yaga-Nguiiu-Gubidxa ca'
de ra guiniti biaani' lu.
El Muro
Un muro filtra historias,
inmóvil, contempla
el lento paso de los días.
El tiempo es poco generoso
marcando su piel y hiriendo su carne.
La pared permanece,
cubierta de colores, marcos, libros,
las plantas la alegran,
pero ella nunca será la misma.
Guarda en su interior
el eco de gritos ahogados
y risas desbordadas,
los gemidos de los amantes,
y el latido de sus corazones.
Hay historias que nunca se olvidan,
historias que el tiempo no puede llevarse,
están escritas en la pared,
en su corazón. Es inútil pintar,
mil colores no borrarán la memoria.
Ella lo sabe bien:
no es que el dolor disminuya con el tiempo,
es que uno aprende a vivir con el dolor.
La pared
Una pared escurre historias,
contempla fija, inmóvil,
el paso lento de los días.
El tiempo no es generoso,
marca en la piel y lastima sus entrañas.
La pared permanece,
reviste de colores, cuadros, libros,
las plantas la alegran,
pero ya no puede ser la misma.
Va guardando
el eco de llantos contenidos
y risas que desbordan,
el gemir de los amantes,
y el latido de sus corazones.
Hay historias que no se olvidan,
historias que el tiempo no puede llevarse,
están escritas en la pared,
en su corazón. Es inútil pintar,
mil colores no borran su memoria.
Ella bien lo sabe:
no es que con el tiempo duela menos,
es que uno se acostumbra a vivir con el dolor.
Cue' Yoo
Lu ti cue' yoo nanda diidxa',
ti cue' yoo qui riniibi, ruyadxisi
zidi'di dxi.
Cadi nacha'hui di iza ridi'di,
runiná ladi ne ndaani' cue' yoo.
Laa suhuaa dxi si,
ridiee ladi, rácu gui'chi' ne lari guie',
yagahuiini' rusiéche laa,
nécati, ma cadi nguécasi laa.
Cusigápa
guenda ruuna' bicuezadxi tuuxa,
guenda ruxidxi bireeyaande,
xtidxi ca ni ranaxhii
ne saa ladxidó'ca'.
Nuu ni rizaaca qui riaanda',
nuu diidxa' qui riné di dxi laa,
cáni cue' yoo,
Ladxidó'be. Gasti' naca gutieu' lu,
nitiicasi gutieu' qui suxiá xquenda redasilú be.
Nannadxiichibe ni:
ca iza ca qui rusiandaca' guendananá
xhísi binni riaa guibaniné laa.
