Ammiel Alcalay
Usted sabe tan bien como yo que un pueblo bajo ocupación
será infeliz, que los padres temerán por la vida de sus preciosos hijos
, especialmente cuando NO HAY DONDE ESCONDERSE.
Usted sabe tan bien como yo que el recuerdo de un marido de su mujer obligada a
dar a luz en un puesto de control no será feliz. Usted sabe tan bien como yo
que la forma de su hijo no nacido golpeado hasta la muerte en el útero
nunca saldrá de la mente de una madre. Y sabes tan bien como yo que una niña
tendrá motivos para preguntarse por la pérdida de su abuelo, obligado a esperar en su
camino del hospital, y tendrá motivos para llorar por la bala alojada
en la cabeza de su hermano - Sabes tan bien como yo que viendo
alguien que robó la tierra que solías labrar riega su jardín
mientras esperas que caiga algo de lluvia para secar tu cansada garganta.
podría causar amargura - Sabes tan bien como yo que una familia,
un pueblo, una ciudad y un pueblo castigado por el acto de un individuo
podría no reaccionar bien ante la idea de "dos bandos". Sabes tan bien como yo
como yo que el Código de Hamurabi fue un gran precedente legal y que
la traducción de ojo por ojo y diente por diente significa
UN CASTIGO POR UN DELITO- nada más y
nada menos. Sabes tan bien como yo que los bombardeos aéreos
y el fósforo blanco y el bloqueo naval y los tanques y los francotiradores
y el alambre de espino y los muros y las demoliciones de casas y la tierra
la confiscación y el arranque de olivos y la tortura sin
juicio y el castigo colectivo y la retención de agua y
acceso al mar e incluso al mismo cielo no son rivales para el cohete
granadas propulsadas y todos los clavos jamás puestos en cada bomba casera
jamás fabricada aunque el metal siga perforando cada piel - Tú
sabes tan bien como yo que la justicia habita en el alma como en la tierra
y aunque nunca puedes saber lo que harías si estuvieras en
los zapatos de otra persona, tal vez tendrías la fuerza para llevar
a tus mayores a la espalda, el valor para quedarte en la mesa de operaciones
o conducir una ambulancia tras la muerte de tus hijos, el nervio
para afrontar el dolor diario agravado por una pérdida tras otra hasta que lo único
que te queda es el grito inenarrable que posees en el
y la profundidad de tu pecho. Pero también
sabes tan bien como yo que el tamaño de la prisión aumenta la
capacidad de resistencia, y la extensión del sufrimiento hace que el miedo
sólo un sentimiento más entre muchos porque los más
ocupados son también los más libres ya que no quedan
ilusiones sino la visión de la libertad y de cómo
date cuenta. Tú sabes todo esto pero también sabes
, igual que yo, que ya es suficiente
y los de abajo seguirán sublevándose.
-Ammiel Alcalay,
1-3 de agosto de 2014
"Carta a los americanos" traducida por Anton Shammas: